Cuaderno de valores, el blog de Educo
Cómo vivimos las familias de Educo España el confinamiento

Cómo vivimos las familias de Educo España el confinamiento

mayo 20, 2020

Trabajar en una ONG por el bienestar de la infancia es, cuanto menos, gratificante. Te levantas cada día intentando dar lo mejor de ti sabiendo que va a mejorar la vida de muchos. Estos muchos son más de 8 millones de niños y niñas en España. Repetimos estos datos casi a diario y olvidamos hablar de que alguno de esos 8 millones vive con nosotros, es nuestro sobrino o sobrina al que llevamos dos meses sin abrazar, quizá aún no haya nacido o ha empezado a andar. Las familias en nuestro país, y en Educo, son diversas: las vivencias personales y las edades afecta a cómo hemos sobrellevado estos dos meses.

Se acaban de publicar los primeros informes sobre los posibles efectos del confinamiento en la infancia. Nosotros mismos estamos preguntándoles a niños y niñas cómo lo viven, y en esta labor olvidamos que también somos familias y que también convivimos con niños y niñas.

Nuestras vivencias

La experiencia es fuente de conocimiento, las encuestas son la base de muchos informes y conocer otras vivencias nos permite abrirnos a otros mundos, a veces, incluso, vernos reflejados en ellos. La ruptura total con la rutina, con la vida como la conocíamos hasta hace dos meses, nos sitúa en un nuevo paradigma en el que él ahora es casi la única seguridad que tenemos. Un presente en casa, es también un regalo de tiempo juntos, más de mil horas llenas de “cariño, risas, lloros, peleas y, otra vez, mucho cariño”.

Así lo han vivido una compañera del área de movilización de recursos, cuando le preguntamos cómo han sido estos meses. Vive con su hija de 4 años, es madre separada y durante el confinamiento se ha quedado con ella. “La he visto crecer y hacer cosas que antes no hacía”, nos hemos visto crecer, todas y todos hemos cambiado aunque sea un poco durante estos días.

“Mamá, creo que estamos evolucionando como los Pokémon, cuando salgamos de esta etapa seré Brunixtor”. Así lo plantea el hijo de otra compañera, de seis años. Así ve él el cambio, como una evolución. Aunque estos días ha invadido el miedo, tenía pesadillas y le costaba dormir solo. “Nos ha sorprendido porque no tenemos tele”, señala su madre. Los miedos y la angustia también nos ayudan a crecer, a evolucionar como los pokémon. A veces, es muy difícil lidiar con todo.

La hija de otros compañero que trabaja en el área de programas de intervención, de 8 años, muestra otra cara del confinamiento, se siente muy orgullosa de sí misma porque lo ha vivido con alegría. Además, con su hermano de 11 años, han disfrutado este tiempo para aprender a cocinar, hacer yoga en familia, bailar y reír. Él también ha evolucionado estos días, el primer día de confinamiento era su cumpleaños y al no poder celebrarlo se entristeció, igual que al no saber cuándo podría volver a ver sus amigos y amigas, salir o ir al taller de plástica. Con los días, dice que ha aprendido lo bien que se está en casa.

bebe_en_casa.jpg

“Me encanta jugar a legos con mi hija y hacer manualidades, pero también me gusta mi trabajo y necesito tiempo para mí”. La respuesta es común: madres y padres coinciden en que lo más difícil ha sido compaginarlo todo. Las casas se han convertido en oficinas, colegios, campos de juegos, incluso, gimnasios y los límites físicos del hogar nos afectan a todos. “Lo primero que voy a hacer es correr, correr mucho”, decía el hijo de otra compañera. Los límites del hogar nos afectan a todos aunque ahora podemos salir una hora al día. Ahora podemos comprobar si nos acordamos de correr.

Aunque el anuncio del gobierno se recibió, como todo, en cada casa de manera distinta. El hijo de otra compañera de 6 años no estaba muy seguro porque, “si no abren los parques, ¿para qué van a querer salir los niños? ¿para aburrirse como en casa?” decía, pero también hizo una cacerolada en la que reivindicaba su derecho a salir de jugar. Nuestra compañera recibe la noticia con alivio, “necesitamos estirar las piernas, cambiar de ambiente y poder descargar un poco de tensión”.
 

"Al salir de la tienda había tres personas fuera esperando y las miradas de espanto y desaprobación que me echaron… parecía que llevaba a los niños atados con correas."

Uno de los compañeros de incidencia política tiene un hijo de 11 y una hija de 9 años. Un día antes del levantamiento paulatino de las restricciones, tenía que salir a comprar y los niños se iban a quedar solos en casa, así que salió con ellos a la tienda. “Todo bien, mascarillas, geles alcohólicos, toallitas desinfectantes… al salir de la tienda había tres personas fuera esperando y las miradas de espanto y desaprobación que me echaron… parecía que llevaba a los niños atados con correas. No volvieron a salir hasta el levantamiento paulatino de las medidas de confinamiento, decían que pasaban de que la gente los mirase. Obvio.” Además de la reprobación social, sentía cómo sus hijos le necesitaban y no podía atenderles tanto como le gustaría. Su mujer es médico y no ha parado, la conciliación de teletrabajo y cuidados es muy complicada, sientes que nunca puedes estar al cien por cien en nada.

A la compañera que vive sola con su hija de 4 años le provoca más estrés que alegría. “lo primero que hace al salir a la calle es tumbarse en el rellano y decir que toma el sol. Ahora veo ese rellano lleno de coronavirus flotando”. Si bien conocemos la teoría sobre cómo no sentir miedo y disfrutar las salidas, a veces, cuesta aplicarla.

“¡El primer día en la calle fue increíble!”, es una reacción común. Recuperamos la visión sin límites, poder correr y, por fin, dejar de ver los árboles florecer desde la ventana, sentir la primavera. Pisar algo más allá del suelo de casa algunos, más afortunados, han podido ver el mar.

Las experiencias son tan diferentes como las personas que las cuentan, pero parece que en esta montaña rusa de emociones que puede ser el confinamiento todos y todas hemos evolucionado un poquito. ¿Seremos, como los pokémons, diferentes cuando todo esto acabe?

El tiempo dirá. Nosotros, mientras tanto, seguiremos trabajando para que el bienestar de la infancia siga evolucionando.

Encuesta sobre cómo los niños y niñas están viviendo la pandemia coronavirus 

Como parte de nuestro trabajo en pro del bienestar de la infancia, desde Educo estamos recogiendo las opiniones de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes acerca del confinamiento causado por el covid-19 y cómo están viviendo la actual situación. Todos tenemos opiniones e inquietudes al respecto y todos tenemos derecho a expresarnos. ¡Los niños y niñas también! Por ello, lanzamos una encuesta mundial para conocer sus opiniones.

Si tienes hijos o hijas o conocidos que los tengan, anímales a participar en la encuesta online de Educo. Su opinión es fundamental para poder tenerla en cuenta en las decisiones que les afectan.

Derechos de imágenes: Imagen de congerdesign en Pixabay/ Imagen de webdesignprof0 en Pixabay 


Ayúdamos a que más ninos y niñas estén en la escuela, es su derecho

ENTRADAS RELACIONADAS

Publica tus comentarios

Cuaderno de valores

Conoce quiénes somos, qué hacemos y por qué lo hacemos.

Síguenos en

Blog Cuaderno de valores

Recibe nuestra newsletter con todas las novedades.

Regalos solidarios

COLABORA

Regalos para (toda) la vida

Fundación lealtad

Regalos para (toda) la vida

Regalos que perduran en el tiempo. Regala ahora. Tú puedes hacer la vida de un niño o de una niña más fácil gracias a estos regalos solidarios.

1
2
3

Tu cesta solidaria