Con hambre no se puede aprender

Desde 2012, la región africana del Sahel, y en particular las zonas fronterizas de Malí, Níger y Burkina Faso están afectadas por una grave crisis causada por diversos factores, principalmente los conflictos armados y las consecuencias del cambio climático, como largas temporadas de sequía o fuertes inundaciones.

En estos países en los que trabajamos desde hace años, más de 10 millones de personas no tienen acceso a los alimentos más básicos para sobrevivir. La crisis alimentaria tiene consecuencias muy graves en la educación de los niños y niñas. Además de afectar a su salud y a su bienestar, también dificulta su aprendizaje, ya que el cerebro sin alimentos, sin energía, no puede funcionar. "Un niño que tiene hambre es un niño que, obviamente, no es capaz de seguir el ritmo de la clase. Todos aquellos que acuden a clase finalmente tienen garantizada una comida diaria”, explica Constance Hien, directora de una de las escuelas de Burkina en las que trabajamos.

También apoyamos a las familias en el coste educativo para conseguir que los niños y niñas no dejen de estudiar. Es el caso de Adjaratou y su familia, quien tuvo que abandonar su pueblo natal y dejar a sus padres para irse a vivir con su tío quién sí pudo ayudar a Adjaratou a volver a la escuela: "Llegué a Tougou en 2019, en tercer curso. Mi tío se vio obligado a reunirse con el director de la escuela para explicarle mi situación y que yo pudiera asistir a clase. Rápidamente me integré mostrando mi deseo y determinación de estudiar para no decepcionar a mi tío y también para ganarme la confianza del director quien se dio cuenta de lo mucho que me esforzaba, así como otros niños desplazados, e inmediatamente pidió apoyo a Educo. Así fue como algunos de ellos, como yo, nos beneficiamos de material escolar como libros de texto, cuadernos, bolígrafos, bolsas, tasas escolares, cursos de apoyo, alimentos e incluso kits Covid-19. Gracias al apoyo de la ONG Educo, aprobé mi certificado de estudios primarios con gran éxito, ya que quedé primera en la comuna de Namissiguima con 138,50 puntos. Educo me permitió realizar mi sueño”.

Hay regalos básicos para (toda) la vida que permiten que miles de niños y niñas como Adjaratou puedan seguir con su educación.