Cada 21 de septiembre el mundo se detiene para poder dejar de oír el ruido y escuchar la palabra más sencilla y poderosa de todas: la paz. La paz no es un ideal abstracto, es una condición real que transforma la vida de millones de personas, especialmente de niños y niñas que merecen crecer sin miedo.
Naciones Unidas fijó esta fecha como un recordatorio universal de que ningún derecho humano puede consolidarse sin convivencia, respeto y diálogo y estableció una jornada mundial destinada a conmemorar y fortalecer la paz.
En sus inicios, coincidía con la apertura de la Asamblea General de la ONU, cada tercer martes de septiembre. La modificación respondió a un contexto histórico: la ONU quería desvincular el Día de la Paz de la apertura de sus sesiones, especialmente tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. La nueva fecha, 21 de septiembre, es efectiva desde 2002.
La celebración de este día adopta múltiples formas. La ONU organiza en su sede de Nueva York la ceremonia Peace Bell Ceremony e invita al mundo a celebrar un minuto de silencio. Se realizan también actividades educativas, diálogos interculturales y actos simbólicos en comunidades de todo el planeta.
En 2024, el tema escogido fue “Cultivar una cultura de paz”, y se acompañó de diferentes actividades enfocadas todas ellas a la cooperación, la solidaridad intergeneracional y el respeto mutuo.
El Día de la Paz busca resaltar la paz como derecho humano fundamental y condición indispensable para el desarrollo sostenible. En medio de tensiones geopolíticas, conflictos y desigualdades crecientes, este día ofrece una oportunidad para reflexionar, dialogar y comprometerse a favor de sociedades más justas y armónicas.
Además, la educación para la paz —información, resolución de conflictos, empatía— fortalece la seguridad emocional y el sentido de pertenencia entre niños y jóvenes. Aprender sobre derechos humanos y diálogo favorece entornos escolares más saludables y una ciudadanía responsable.
Todos queremos que el mundo sea un lugar mejor para vivir. Por eso, aunque no hagamos grandes acciones, hay muchos gestos de paz que pueden transformar nuestro día a día, y estas son algunas ideas que puedes hacer en familia o con amigos para promover la paz:
Participar en actos locales, marchas o rituales simbólicos que promuevan la paz.
Incluir en casa o en la escuela actividades que fomenten el diálogo, el respeto y la comprensión, como leer cuentos para aprender valores con tus hijos.
Reflexionar sobre la paz y compartir ese momento con otros.
Acceder a recursos educativos: planes de clase, guías y materiales sobre paz y no violencia, disponibles en muchas plataformas, como esta.
Desde nuestra ONG Educo estamos convencidos de que la educación cambia y el mundo y lo transforma en un lugar mejor. Por eso, promovemos la educación como vía para proteger, empoderar y curar.
Creemos que la educación para la paz debe empezar desde la infancia. Por eso, promovemos la educación en valores, el respeto, la igualdad y la resolución pacífica de conflictos en las escuelas y comunidades. Porque los símbolos son importantes, pero aún más lo son las acciones que los respaldan.
El 21 de septiembre representa más que una fecha un desafío para construir juntos un mundo donde reine el diálogo, la empatía y el respeto. Cada gesto cuenta y desde Educo te invitamos a sumar esfuerzos y a hacer del Día Internacional de la Paz una realidad cotidiana.
¿Qué relación tiene la paz con la educación infantil?
La paz empieza en la infancia. Una educación basada en el respeto y la empatía enseña a resolver conflictos sin violencia y construye sociedades más justas.
¿Es lo mismo el Día de la Paz que el Día Escolar de la Paz?
No. El Día Internacional de la Paz se celebra cada 21 de septiembre en todo el mundo, mientras que el Día Escolar de la Paz se conmemora el 30 de enero en los centros educativos.
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