Desde Educo celebramos la aprobación por el Consejo de Ministros del Anteproyecto de Ley Orgánica para la protección Integral de la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia. Esta Ley supone un gran paso para
prevenir, evitar y paliar el sufrimiento de muchos niños y niñas ante un grave problema que, debido a su naturaleza, solo nos deja ver la punta del iceberg.
Las distintas formas de violencia contra la infancia conforman una realidad oculta y generalizada de la que apenas se conoce su prevalencia real. Aunque está aumentando el número de denuncias, aún queda mucho por hacer, ya que
menos de un 15% de los casos salen a la luz. Conocer la realidad y gravedad de este problema social –no individual como muchas veces tendemos a creer– y abrir los ojos contra la violencia es el primer paso para que veamos más allá de esa punta del iceberg.
La obligatoriedad de denunciar por parte de cualquier ciudadano ante indicios de delito contra los menores; el diseño y obligado cumplimiento de protocolos contra toda forma de violencia, no solo la escolar, en los centros educativos; o el aumento del plazo de prescripción de los delitos sexuales son
algunos de los puntos fuertes de este anteproyecto de Ley, que destaca por su mirada interdisciplinar a la hora de contemplar a todos los actores implicados en este fenómeno y por su apuesta por la prevención.
Al mismo tiempo que, junto al resto de entidades de infancia, aplaudimos este importante paso, desde Educo incidimos en la
importancia de ponerle nombre a la violencia con un registro único que contemple el número de casos, el tipo de violencia sufrida, dónde tiene lugar y quién la ejerce, para que de esta forma podamos abordarla mejor y medir el impacto de las leyes y políticas, como ya se hace ante la violencia de género.
Antes de ponerse en marcha, la Ley comienza a partir de ahora su periodo de tramitación, vía Cortes, presentación de enmiendas y aprobación definitiva por el Senado. De acuerdo a la gravedad y a la urgencia para proteger a la infancia,
desde Educo pedimos que se agilice la aprobación de esta Ley y que haya consenso entre todos los partidos políticos a la hora de abordar este problema con consecuencias físicas, emocionales, cognitivas, sociales y hasta económicas, como señalamos en nuestro reciente informe
Los costes de la violencia contra la infancia.
No hay tiempo que perder, nos encontramos ante una
oportunidad única para dar un paso muy importante y mejorar la situación de la infancia y, al mismo tiempo del presente y futuro de la sociedad que queremos.
Ley Orgánica para la protección Integral de la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia