Porque no sólo hay que amarlos incondicionalmente, también hay que demostrárselo, algo que a veces nos cuesta un poquito más y una buena forma es disfrutando con ellos de estas fiestas, especialmente dedicadas a los niños.
No hace falta gastar mucho dinero en regalos (hay muchos niños y los Reyes Magos y Papá Noel hacen lo que pueden) ni decorar la casa como si fuera a salir en una revista del corazón. Poner el Árbol de Navidad o el Belén con ayuda de los más pequeños puede que lo deje todo perdido y ligeramente antiestético (y a algún pastor sin cabeza), pero es divertido y una forma fácil de hacer cosas con ellos.
Hacer mazapanes, ir juntos a comprar el roscón, acercarse a ver la nieve, decorar dibujos navideños con purpurinas, que los Reyes traigan algún juego de mesa para compartir, etc. Simplemente mirarlos hará ya que se te activen todos los centros de recompensa del cerebro. Felicidad pura en forma de neurotransmisor.
Conspirar con los mayores para mantener la ilusión de los pequeños, preparar juntos una mesa bonita para el día de Nochebuena, explicarles en qué consisten las uvas, llorar de orgullo como un bobo en el festival de Navidad del cole. Hablar, compartir, disfrutar todos en estos días es mucho más sencillo.
Hacer cosas con tus hijos en estos días no sólo reforzará los lazos, sino que mejorará tu estrés y te hará más feliz. Déjate llevar por la alegría de ser niño en Navidad. Ve a los cuentacuentos de los centros comerciales, pasea por los mercadillos navideños con ellos. Y olvídate de los atascos, sirven para escuchar el villancico de Rudolph un millón de veces (y aprender de paso inglés).
Derechos de imágenes: cathyse97, Scott Schram.
Actividades en familia , Desarrollo infantil , Navidad , Valores familiares
Conoce quiénes somos, qué hacemos y por qué lo hacemos.
Recibe nuestra newsletter con todas las novedades.
Mucho más que un regalo. Lo que aquí parece cotidiano, allí se transforma en algo extraordinario. COLABORA CON LOS REGALOS SOLIDARIOS EDUCO