El pasado domingo, 9 de noviembre, se celebró el Día Mundial de la Adopción, una fecha para recordar que cada niño y niña tiene derecho a crecer en un entorno seguro, estable y lleno de afecto. Más allá de los trámites legales, la adopción representa una oportunidad para garantizar ese derecho fundamental: vivir en familia.
Esta fecha nació en 2014 impulsada por la comunidad adoptiva internacional con un símbolo sencillo pero potente: dibujar un corazón en la palma de la mano. Ese gesto representa la conexión que une a quienes han formado una familia a través de la adopción y visibiliza la importancia de ofrecer amor y protección a la infancia. Y es que más de 140 millones de niños en el mundo viven sin el cuidado de sus progenitores. Muchos de ellos esperan una familia que los acoja, los escuche y los ayude a desarrollarse plenamente.
Crecer en familia es una condición esencial para el bienestar emocional y cognitivo. La falta de vínculos afectivos estables puede afectar la autoestima, la confianza y el rendimiento escolar. Por eso, la adopción es una forma de protección. Desde nuestra ONG siempre defendemos que la educación y el acompañamiento familiar son herramientas que sanan heridas y abren caminos hacia un futuro mejor.
Por eso, esta jornada invita a reconocer la diversidad familiar, a derribar prejuicios y a celebrar las historias que demuestran que el amor no entiende de biología. Pero también recuerda que miles de niños aún esperan una oportunidad. Las familias adoptivas necesitan apoyo y formación para garantizar que cada proceso se viva con respeto y empatía.
Y es que casi medio millón de niños de Europa y Asia Central vive en centros de acogida y en España específicamente, pese a haber disminuido a esa población, en 2022 había 210 menores de edad por cada 100.000 viviendo en estas residencias, frente a un promedio global de 105 por cada 100.000. El Ministerio de Derechos Sociales calcula hoy que más de 15.000 menores están bajo tutela de las administraciones. Muchos podrían acceder a la adopción si existieran más recursos para agilizar los procesos y acompañar a las familias.
Hablar con naturalidad, responder con honestidad y poner en valor la historia personal son claves para fortalecer la identidad. Las palabras importan: no se “rescata” a un niño, se le acoge y se le acompaña. Desde nuestra ONG Educo se trabaja con familias y docentes para crear entornos de confianza donde cada niño o niña pueda expresar quién es y de dónde viene sin miedo al juicio. Estas son algunas de las recomendaciones o consejos para hablar explicar a los niños o niñas qué es la adopción:
Habla con naturalidad desde el principio: No esperes a que tu hijo o hija “entienda” lo que es la adopción. Desde pequeño puede escuchar su historia en palabras sencillas y amorosas. Lo importante no es la edad, sino la manera en que lo cuentas. Por ejemplo: “Nos elegimos para ser familia” o “Te esperábamos con muchas ganas”.
Responde con honestidad: A medida que crezcan, los niños y niñas harán preguntas más concretas. Es normal que quieran saber sobre su familia de origen o por qué fueron adoptados. No hace falta tener todas las respuestas, pero sí ser sinceros: “No lo sé, pero si quieres podemos buscarlo juntos”. La confianza se construye desde la verdad.
Valida sus emociones: A veces pueden sentirse tristes, enfadados o confundidos. No intentes borrar esos sentimientos, sino reconocerlos: “Entiendo que te sientas así, tu historia es importante y tiene muchas partes”. Validar sus emociones les ayuda a integrar su pasado y a reforzar su autoestima.
Cuida el lenguaje: Evita frases que refuercen estereotipos o generen culpa. No se dice “padres verdaderos” ni “niños abandonados”, sino “familia biológica” y “familia adoptiva”. Las palabras crean realidades, y un lenguaje respetuoso ayuda a que los niños y niñas construyan una identidad sana y segura.
Crea espacios para compartir: Los cuentos, las fotos o las cartas son herramientas muy útiles para hablar de la adopción. También lo es compartir experiencias con otras familias adoptivas o con profesionales. En Educo promovemos espacios educativos donde se fomenta el respeto, la escucha y el acompañamiento emocional.
Desde nuestra ONG Educo impulsamos proyectos en más de 14 países para garantizar que cada niño o niña crezca protegido y tenga acceso a una educación de calidad.
Puedes colaborar apadrinando, donando o difundiendo nuestra labor. Cada gesto suma para construir un mundo donde todas las niñas y niños disfruten plenamente de sus derechos.
¿Cuáles son los desafíos más comunes en un proceso de adopción?
La espera y la adaptación son los mayores retos. Los trámites suelen ser largos y la llegada del niño o la niña requiere tiempo, empatía y apoyo profesional. Cada historia es distinta y el vínculo se construye con paciencia y comprensión.
¿Cómo afecta la adopción al desarrollo emocional de un niño o niña?
La adopción puede sanar heridas y fortalecer la autoestima si hay amor, seguridad y acompañamiento. Los primeros meses pueden ser difíciles, pero con afecto y educación emocional el niño recupera la confianza y aprende a sentirse parte.
¿Por qué Educo defiende el derecho a crecer en familia?
Porque la familia es el primer espacio de cuidado y aprendizaje. En Educo creemos que educar cura, empodera y protege, por eso trabajamos en más de 14 países para que cada niño crezca rodeado de amor y oportunidades.
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