En Santa Cruz, El Níspero, un grupo de niños y niñas ha encontrado en la comunicación un espacio para crecer, expresarse y perder el miedo a hablar en público. A través de la Red de Comunicadores Infantiles descubren que contar historias no solo es una habilidad, también es una herramienta para transformar su comunidad.
Este proyecto que llevamos a cabo en Honduras busca mejorar las habilidades comunicativas de la infancia y adolescencia a través de talleres de producción de cortos educativos en radio y televisión. Aquí los niños y niñas no son receptores pasivos, sino protagonistas: presentan programas, entrevistan a líderes locales, graban con cámaras y editan sus propias piezas.
Que decía el poeta Antonio Machado... Y aquí la metodología funciona igual: aprender haciendo. Los talleres combinan expresión corporal, dicción, fotografía, uso de cámara y guionización.
Cada niño y niña elige un rol según sus intereses: presentador, locutor, cámara o editor. En ese camino, además de habilidades técnicas, desarrollan confianza en sí mismos, capacidad de trabajo en equipo y pensamiento crítico.
“Me siento feliz, me ayuda a desenvolverme mejor, a perder la vergüenza y los miedos”, dice con una sonrisa Alison, de 10 años. A ella le entusiasma entrevistar y ser presentadora frente a la cámara.
Su compañera Scarleth, de 11 años, coincide: “Me ayuda a tener más conocimientos. Me gusta hacer entrevistas y usar la cámara de video”. Ambas descubren que su voz y su mirada cuentan, y que pueden construir relatos que inspiran a otros.
No todos llegan con las mismas habilidades. Algunos al inicio apenas se atreven a hablar. Pero con el tiempo, el cambio es evidente.
“Me siento feliz, me ayuda a ser más inteligente. Me gusta ser cámara”, cuenta Moisés, de 10 años. Con la cámara en mano, ha encontrado su lugar, convirtiéndose en los ojos que narran lo que ocurre.
Para Cesia la experiencia va más allá: “Aprendo nuevas cosas, me ayuda a conocer personas importantes y a perder la vergüenza”. La comunicación, en su caso, es una llave para abrir puertas y crear vínculos.
En cada testimonio aparece un hilo común: el aprendizaje técnico se convierte en aprendizaje vital. La comunicación se transforma en una vía para ganar seguridad, superar miedos y construir comunidad.
La Red no se limita a enseñar cómo usar un micrófono o una cámara. Su propósito es más profundo: reforzar la identidad cultural y promover la convivencia armónica.
Por eso, además de programas de radio y cortos educativos, los niños y niñas participan en foros de discusión y actividades vinculadas a las tradiciones locales. Documentan días cívicos y celebraciones escolares, integrando sus costumbres en los contenidos que producen.
Al mismo tiempo, aprenden valores esenciales como el respeto, la tolerancia y la escucha activa. Espacios donde se comparte la palabra se convierten en ejercicios de ciudadanía y democracia desde la infancia.
En Educo creemos que la educación no puede parar y que educar cura, empodera y protege. La Red de Comunicadores es un ejemplo vivo de esa convicción: crea entornos seguros donde la infancia se siente escuchada, fomenta la participación y multiplica oportunidades.
Este trabajo es posible gracias a la unión de recursos técnicos —cámaras, equipos de grabación, materiales pedagógicos— con alianzas comunitarias e institucionales que amplifican los productos generados. Cada corto, cada programa, cada foro es una muestra de que la infancia tiene voz, y de que esa voz merece ser escuchada.
Los resultados se ven tanto en la calidad de los contenidos como en la vida de cada participante. Niños y niñas más seguros, creativos y conscientes de su entorno. Una generación que crece con herramientas para contar su historia y transformar la de su comunidad.
Historias como la de Alison, Moisés o Valery nos recuerdan que, cuando se ofrece un espacio adecuado, la infancia florece. Se expresan, sueñan y lideran.
Desde Educo los acompañamos en este camino convencido de que escuchar y dar protagonismo a los niños y niñas es clave para sociedades más justas y equitativas.
Porque cuando un niño toma la palabra, no solo comunica: abre la posibilidad de un futuro distinto.
educación , escucha , Honduras , participación , periodismo
Conoce quiénes somos, qué hacemos y por qué lo hacemos.
Recibe nuestra newsletter con todas las novedades.
No queremos dar pena. Queremos darles de comer. También en verano. COLABORA CON LAS BECAS COMEDOR DE EDUCO