El pensamiento computacional es un proceso mental que implica resolver problemas de manera estructurada y eficiente. Se basa en cuatro pilares que son los siguientes:
Descomposición. Consiste en dividir un problema complejo en partes más pequeñas de forma que se puedan manejar más sencillamente. Esto facilita la comprensión y la solución del problema. Por ejemplo, al organizar un trabajo de grupo con alumnos, se puede descomponer la tarea en subtareas como hacer la investigación, redactar el documento final, exponer el trabajo.
Reconocimiento de patrones. Este elemento supone la necesidad de identificar similitudes y diferencias en datos o problemas. Este paso es esencial para reutilizar soluciones ya conocidas en nuevos contextos de forma que se encuentren soluciones innovadoras. Un ejemplo cotidiano es observar patrones de tráfico para elegir la mejor ruta para ir a la escuela.
Abstracción. Implica enfocarse en los aspectos más importantes de un problema y dejar de lado los detalles irrelevantes. Con la abstracción se logran modelos simplificados. Por ejemplo, cuando se planifica un viaje, se dejan de lado detalles como la duración de cada actividad para centrarse en el itinerario general y en los lugares que se quieren visitar.
Algoritmos. Los algoritmos se pueden definir como conjuntos ordenados y de operaciones que permite hallar la solución de un problema. Están presentes en muchas partes de nuestra vida diaria, por ejemplo, cuando seguimos una receta de cocina o cuando montamos un mueble siguiendo unas instrucciones.
Ya tenemos claro que el pensamiento computacional no se limita a la informática y está presente en muchas actividades que realizamos a diario incluso en la escuela. Por ejemplo:
1. Programación de juegos. Los estudiantes pueden usar herramientas para crear sus propios juegos y aplicar los conceptos que hemos visto de algoritmos y de descomposición.
2. Resolución de puzles y de acertijos. Son actividades que requieren identificar patrones y crear estrategias para resolver problemas complejos.
3. Proyectos de ciencia. Planificar y ejecutar experimentos científicos siguiendo pasos lógicos y metódicos es otra actividad que se puede hacer en la escuela con niños y niñas para desarrollar el pensamiento computacional.
4. Dramatizaciones. Otra buena opción consiste en crear guiones y planificar puestas en escena. En este caso se aplicarán la descomposición y la abstracción.
La robótica es una herramienta poderosa para enseñar y aplicar el pensamiento computacional. La relación entre estas dos disciplinas se manifiesta de varias formas que son las siguientes:
La construcción y programación de un robot requiere dividir el proyecto en tareas más pequeñas que se distribuirán entre varias personas. Por ejemplo, para construir un robot, los estudiantes deben identificar y ensamblar diferentes partes antes de programar sus movimientos.
Programar un robot implica identificar patrones en su comportamiento y en los comandos de programación. Esto permite predecir y controlar las acciones del robot de manera más efectiva.
En la robótica, los estudiantes deben centrarse en los aspectos esenciales de su proyecto e ignorar los detalles innecesarios.
Crear secuencias de instrucciones precisas para el robot es otro elemento básico. Los estudiantes desarrollan algoritmos para que el robot realice tareas específicas, como evitar obstáculos mientras se mueve o seguir una línea en el suelo.
La robótica fomenta la experimentación, prueba/error y la corrección continua. Los estudiantes aprenden a evaluar y mejorar sus programas y construcciones robóticas cuando reciben feedback del profesorado.
Introducir el pensamiento computacional en el sistema educativo es posible en diversas asignaturas. Veamos algunas aplicaciones prácticas:
En matemáticas se puede utilizar descomposición para resolver problemas complejos.
En ciencias. Es posible aplicar algoritmos en la realización de experimentos
En lengua se pueden reconocer patrones en la gramática y la estructura de los textos.
En la asignatura de historia se puede aplicar la abstracción en relación con eventos históricospara entender tendencias y consecuencias.
Para poder aplicar el pensamiento computacional en la escuela existen diversas plataformas y programas educativos como, por ejemplo, los siguientes:
Scratch. Es una plataforma de programación visual para niños y niñas. No son necesarias habilidades de programación para saber utilizarla.
Code.org. Ofrece cursos gratuitos de programación.
Khan Academy. Incluye módulos sobre programación y pensamiento computacional.
Por otra parte, para la calidad de la formación es fundamental que los docentes estén capacitados en estas metodologías. La formación continua y el acceso a recursos educativos específicos son esenciales para que puedan integrar el pensamiento computacional en sus clases. En Educo fomentamos una educación de calidad en la que es parte esencial la formación de docentes.
El empoderamiento que la educación proporciona a los estudiantes es innegable. Al aprender pensamiento computacional no solo se les brinda habilidades técnicas, sino también capacidades críticas para resolver problemas en cualquier contexto personal y profesional.
La integración del pensamiento computacional en la educación prepara a los estudiantes para enfrentar los desafíos complejos de la vida de manera eficiente y creativa. Formar a los docentes y proporcionarles recursos adecuados es esencial para el éxito de esta integración.
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