Noemí Galera es directora de Operación Triunfo (OT), el concurso más popular de la televisión española donde 16 jóvenes compiten para demostrar sus dotes musicales sobre el escenario. Pero no se trata solo de una competición, entran en una academia musical a formarse y crecer como personas. Durante unos meses Noemí es como una madre para los chicos y las chicas que concursan, es el referente que los acompaña cuando, como en cualquier convivencia, surgen los conflictos. Hace unas semanas estuvo
en directo en el Instagram de Educo con Guiomar Todó, nuestra directora general adjunta, y conversaron sobre la importancia de sentirse felices durante la infancia, sobre el poder de la educación para transformar vidas y sobre los valores y la solidaridad. Esta es parte de su conversación.
¿Cómo fue tu infancia? ¿Cómo fue esa Noemí niña?
He tenido una infancia súper feliz. Mis padres se separaron cuando yo tenía seis años y mi hermano tres y nos trasladamos a Barcelona. Nos criamos con mis abuelos y con mi tío, que yo creo que es una de las cosas más fantásticas que hay, poder compartir tiempo con tus abuelos. Tanto mi hermano como yo hemos estado siempre rodeados de muchísimo amor, de mucho cariño, y hemos sido muy felices. Hago un balance muy positivo y pienso que si consigo que mis hijos sean la mitad de felices que fui yo, me doy con un canto en los dientes.
¿Y qué papel tuvo la escuela? ¿Te gustaba ir al cole?
Tengo muy buenos recuerdos de esa época. De hecho, tenemos un chat todavía con los compañeros y las compañeras de octavo y hablamos diariamente. Son amistades que se forjan en la infancia y perduran en el tiempo porque vives cosas muy importantes que te marcan para toda la vida. Y por eso creo en la importancia de estar escolarizado y tener una infancia lo más feliz posible, porque esa etapa te marca como persona para siempre.
La escuela es mucho más que ese espacio donde aprender.
Claro, porque aprendes a convivir con otras personas que a lo mejor no tienen nada que ver contigo, que tienen familias diferentes –mucho más ahora que en mi época– y eso se normaliza. Los niños y las niñas ven que hay gente de otras culturas, con familias de todo tipo, y aprenden a respetar y convivir. Son valores muy importantes que se fraguan en esos primeros años de vida.
¿Ya te interesaba la música cuándo ibas a la escuela?
Recuerdo que cuando me acostaba lo hacía con la radio puesta y me dormía escuchando música. Hay muchas canciones que me las sé de escucharlas medio dormida. Y en mi casa la música siempre ha estado presente porque mi tío tocaba la guitarra y le gustaba hacer canciones, y mi madre cantaba, pero yo nunca he estudiado música. Lo que sí tengo es oído musical. Siempre me ha gustado mucho, pero nunca pensé que podría dedicarme a nada relacionado con la música.
¿Y con la televisión?
¡Muchísimo menos con la tele! Ni se me hubiera pasado por la cabeza. Sí que recuerdo que cuando estudiaba –entonces memorizábamos mucho– me metía en mi habitación y hacía de presentadora del telediario, recitaba las noticias como si se las estuviera explicando a toda España. Pero nunca pensé que me dedicaría a esto.
¿Cómo de importante es el apoyo de su entorno para que los niños y las niñas desarrollen todo su potencial?
Apoyar, motivar y potenciar es fundamental. Andrea Vilallonga, profesora de la academia de OT, dice que si tu hijo es malo en matemáticas y muy bueno en música, no le pongas un profesor de matemáticas, ponle uno de música. Es muy importante el apoyo de tu familia, que no te ponga trabas. La nuestra ha sido una familia de nivel socioeconómico medio-bajo, no teníamos grandes lujos, ni mucho menos, pero siempre hemos sido una piña.
¿Cómo motiváis a los chicos y las chicas en OT para que luchen por conseguir sus sueños?
¡Vienen con la motivación a tope! Tal vez sí es verdad que entran con la idea de cantar y, una vez allí, descubren que son capaces de componer o de tocar un instrumento y se les abre el ángulo de visión. La industria musical no solamente es ponerse delante de un micro y cantar, hay muchas otras facetas, y es lo que aprenden, que pueden valer para muchas otras cosas. Intentamos que no se frustren, que si no consiguen lo que quieren en poco tiempo no significa que no lo vayan a conseguir. La vida da muchas vueltas, hay personas que necesitan un trayecto más largo, otras más corto, luego hay personas que tienen suerte y otras que no. La suerte es un factor que existe en el mundo de la música como en todos.
¿Qué esperas de los concursantes como directora de la academia de OT?
A mí sobre todo me gusta que salgan con la sensación de que les hemos enseñado a ser mejores artistas, pero sobre todo mejores personas. En la academia intentamos que la convivencia sea buena, son 16 personas que viene cada una de lugares diferentes, que no se conocen, que no deciden estar juntas sino que se lo encuentran, y a lo mejor se llevan fatal. Pero respetarse, respetar otras ideas, es muy importante e intentamos que salgan siendo mejores personas.
¿Cómo decidiste colaborar con nuestra ONG?
Me hice socia porque me impactó la campaña del vaso de leche que lanzasteis en 2014, en la que el hermano mayor añadía agua para alargar el vaso de la leche de la merienda. En aquel entonces mis hijos tenían cuatro y dos años y le dije a Arnau, mi marido, que nos hiciéramos socios. No hace falta tener hijos para sentirlo, pero cuando los tienes les pones cara y piensas que podrían ser ellos. Entonces había mucha gente, igual que ahora por la COVID, que lo estaba pasando realmente mal y es por esto por lo que desde aquí animo a todo el mundo a colaborar con Educo en la medida de sus posibilidades porque, aunque es verdad que esto lo tendría que hacer el Gobierno, alguien tiene que ponerse y no puede esperar.
Como dice la canción de María Rodés de nuestro nuevo anuncio de becas comedor, qué difícil es querer y no poder cuando se trata de darles lo mejor a nuestros hijos.
Así es. Y lo más duro es que hay familias que, aun teniendo trabajo, no llegan a final de mes. Por eso es tan importante que tengan acceso a una beca comedor. No me podía imaginar que muchos niños se van a comer a casa y luego no regresan a la escuela por la tarde porque están solos. Y luego la importancia de ese rato de comedor en el que están aprendiendo sobre la vida, en un entorno que no es de adultos, en el que conviven con otros niños y niñas.
Algo que también compartimos desde Educo con la academia de OT es la importancia de darles voz a los niños y las niñas.
Nuestros alumnos son los protagonistas del programa y de todo, el foco está puesto en ellos, no en nosotros, ni en los profesores, ni en las galas, sino en ellos, todo el equipo trabaja para que brillen, que es un poco lo que hacéis en Educo, luchar para que los niños y las niñas tengan una educación y se puedan formar, porque ellos son el futuro.
Y también son el ahora.
Exacto. Y cuanto más feliz sea un niño o una niña más oportunidades va a tener de sacar todo lo que tiene. A partir de su bienestar empieza todo. Te das cuenta de que detrás de cada puerta, detrás de cada ventanita hay un montón de realidades que no tienen nada que ver con la tuya y creo que estamos en la obligación de ayudar.
Antes hablábamos de la Noemí niña, ¿cómo es la Noemí madre? ¿Cómo trabajáis los valores en casa?
Como no he sido una madre joven, los tuve con 43 y 45 años, a veces me falta energía, pero tener hijos pequeños te obliga a ponerte las pilas rápidamente. Tanto Arnau como yo vamos en la misma línea respecto a su educación y la verdad es que somos bastante estrictos. Les recordamos siempre lo afortunados que son, que valoren todo lo que tienen. Muchas veces deben pensar que soy una pesada, pero yo sé que es un mensaje que va calando y cuando sean mayores lo recordarán.
¿Qué le dirías a los niños y niñas que viven en situaciones de pobreza y que, como los jóvenes que entran a OT, deben trabajar duro para lograr ser lo que quieran ser?
Me gustaría decirles que hay un lugar donde ellos y ellas van a estar seguros, donde se pueden evadir, que no toda su vida va a ser así, que hay otros caminos. Hay luz al final del túnel y lo van a conseguir.
Eres una voz autorizada para decir eso. Estoy recordando perfiles de concursantes de OT que venían de entornos súper humildes y se han convertido en estrellas gracias a su talento.
Y también porque las familias los han apoyado mucho. Son personas que nunca olvidan de dónde vienen, eso es importantísimo, eres quien eres gracias a lo que has sido.
Puedes ver la entrevista entera en la cuenta de Instagram de Educo clicando aquí
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