En la actualidad el foco en cuanto a las energías se centra en la búsqueda de fuentes sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. El objetivo es que se produzca, poco a poco, una transición hacia una sociedad más verde y sostenible. El día 26 de enero se celebra el Día Mundial de la Educación Ambiental y nos parece un buen momento para hablar de este tipo de energías, sus beneficios y sus tipos.
Las energías limpias son aquellas fuentes de energía que minimizan o eliminan la emisión de gases de efecto invernadero (CO2) y otros contaminantes durante su generación. Estas energías incluyen fuentes renovables y tecnologías de energía avanzada que reducen significativamente su impacto ambiental.
Es decir, se trata de utilizar energías que eviten el cambio climático y que no sean energías que se agotan como el gas, el carbón o el petróleo.
En el lado contrario encontramos las energías contaminantes o “sucias” que son aquellas que durante su proceso de producción, distribución o consumo producen efectos negativos en el medioambiente (contaminación de la tierra, del agua o del aire, así como destrucción de ecosistemas) y perjudican a la vida humana, animal y vegetal. Se obtienen con la quema de combustibles fósiles como el carbón, el gas o el petróleo.
En la actualidad, existen diversas formas de energías limpias que son las siguientes:
1. Energía solar fotovoltaica. Es la que convierte la luz del sol en electricidad. Se captan los fotones que provienen del sol a través de paneles solares. La energía solar es inagotable, aunque tiene la desventaja de no poder captar la radiación solar por la noche o con el cielo nublado.
2. Energía eólica. Es la que se obtiene con la transformación en electricidad de la energía cinética del viento. Puede ser energía eólica terrestre cuando se aprovechan las corrientes de aire que se producen en tierra; o energía eólica marina cuando se aprovecha el viento que se genera en alta mar. Por ejemplo, el viento mueve las aspas de los molinos de viento y, a través de engranajes y de una dinamo, se genera corriente eléctrica.
3. Energía hidroeléctrica. En este caso se aprovecha la fuerza del agua al caer por un desnivel, para generar electricidad. Se puede derivar de ríos, cascadas, saltos de agua, cataratas y otros elementos. En funcionamiento es sencillo: grandes masas de agua pasan por un sistema de turbinas y se genera energía. Es un sistema que se ha utilizado durante años en los molinos de agua.
4. Energía geotérmica. Es la energía que aprovecha el calor que se desprende de la Tierra. En algunos casos el calor proviene de agua caliente subterránea y en otros de la piedra.
En definitiva, las energías limpias utilizan la fuerza y el calor presente en elementos naturales como la tierra, el viento o el mar para generar electricidad. Estas fuentes de energía ofrecen una combinación equilibrada de opciones para satisfacer la creciente demanda energética mundial sin comprometer la salud del planeta.
El uso de energías limpias responde a la necesidad de reducir la dependencia de combustibles fósiles, que contribuyen significativamente al cambio climático y a la contaminación atmosférica, además de ser energías que se agotan. Además, estas fuentes promueven la seguridad energética al diversificar el origen y disminuir la los efectos de las fluctuaciones en los precios del petróleo y el gas.
Las ventajas de las energías limpias son las siguientes:
Contribuyen a la lucha contra el cambio climático. Ninguna energía limpia genera gases de efecto invernadero ni emisiones contaminantes, por lo que ayudan a frenar el cambio climático.
Ahorro. Las energías limpias suponen una inversión inicial que se amortiza porque suponen un ahorro en las facturas de la luz.
Facilitan la autonomía energética. Esto significa, por un lado, que cada país puede tener una independencia energética y que los usuarios pueden llegar a ser autosuficientes.
Seguridad. Son energías seguras que no suponen riesgos como puede ocurrir con la energía nuclear y desmantelar las instalaciones de energías limpias es sencillo.
Fomentan el empleo en el ámbito de este tipo de energías. La existencia y desarrollo de las energías limpias genera empleo en el sector e impulsa la economía de los países.
Impulsan la economía sostenible y los ODS. Las energías limpias son fundamentales para alcanzar el objetivo 7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) consistente en garantizar un acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna.
Alcanzar el objetivo de desarrollo sostenible y proteger el medioambiente requiere superar retos que existen en la actualidad como los siguientes:
1. Incrementar la eficiencia energética de nuestra casa. Esto suponer la realización de acciones como las siguientes:
Elegir un sistema de calefacción adecuado y usarlo de forma correcta.
Seleccionar los electrodomésticos considerando la etiqueta energética.
2. Modificar los hábitos de consumo que tenemos. Por un lado, se trata de elegir energías limpias para nuestros hogares lo que requiere campañas de los Gobiernos para concienciar sobre la necesidad de utilizar este tipo de energías y, por otro lado, también es importante que en nuestra vida cotidiana elijamos las energías limpias o el transporte sostenible, por ejemplo, a la hora de ir al trabajo o a la escuela o en el momento de comprar en el supermercado, ya que podemos elegir productos locales.
3. Fomentar la movilidad sostenible. Los vehículos como los automóviles o los camiones son muy contaminantes y es aconsejable que se incentive el uso de coches eléctricos a través de subvenciones y ayudas en la compra de este tipo de vehículos.
En definitiva, el uso de energías limpias para proteger nuestro entorno e impulsar la sostenibilidad requiere concienciación y la contribución de todos nosotros para garantizar el futuro a las próximas generaciones.
Derechos de imagen: Appolinary Kalashnikova en Unsplash
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