El 8 de septiembre se celebrará en todo el mundo el Día internacional de la alfabetización. Promovido por la
UNESCO este día viene a recordarnos que la educación de los niños no es sólo un derecho, sino también una necesidad que debería ser prioritaria en todos los países del planeta. El concepto de alfabetización ha evolucionado con el paso de los años; desde la idea tradicional que lo limitaba a la adquisición de habilidades básicas de lectoescritura y cálculo. Alfabetizar ahora engloba todas las necesidades de aprendizaje de las personas en la sociedad del conocimiento.
La educación es la mejor herramienta para cambiar el mundo.
Promover la educación de la infancia es la única garantía para reducir la pobreza, la marginalidad y el riesgo de exclusión social. Las personas educadas piensan mejor, se cuidan mejor y hacen más cosas, contribuyendo así al desarrollo y el avance de toda la humanidad. Así pues, la alfabetización de todos los niños del mundo no es sólo un acto altruista y de justicia, sino que además revierte en el bien común.
Educar a los niños no sólo les permite adquirir conocimientos que después les puedan ser útiles para encontrar un trabajo o mejorar su vida. Educar es mucho más que eso.
La educación permite adquirir hábitos saludables, aprender a cuidar de tu cuerpo, comprender porqué son útiles las medidas de higiene, o conocer cuestiones básicas sobre nutrición. La educación mejora la autoestima y la confianza, bases del respeto por uno mismo. Además en muchos países en desarrollo, muchas veces asolados por guerras y catástrofes naturales, la escuela es para los niños un refugio, un lugar seguro, un entorno libre de miedos. Porque crecer sin miedo también es fundamental para desarrollarse plenamente.
Un día muy especial para
Educo, cuya prioridad es precisamente
fomentar y facilitar la educación de la infancia. Desde sensibilizar a las familias de la importancia de que sus hijos acudan a la escuela, hasta la mejora de las aulas e incluso la construcción de pozos que faciliten el acceso al agua potable (un hecho imprescindible para garantizar la salud), de Togo a Filipinas, pasando por
España y en concreto las becas de comedor, gracias a la intervención de Educo miles de niños mejoran sus vidas y obtienen la posibilidad de escapar de un destino de marginalidad o pobreza.
Sin olvidar que Educo y otras ONGs enfocadas en la infancia no serían posibles sin la cooperación de todos vosotros, que donáis, apadrináis, nos leéis y compartís, hoy queremos daros las gracias y recordaros que:
invertir en educación es invertir en la construcción de un mundo más solidario, sostenible y justo. Y un mundo así es un mundo mejor para todos.
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