Cada 30 de enero se celebra el Día Escolar de la Paz y la No Violencia. La fecha fue elegida debido a que fue el día en que mataron a Gandhi, principal referente de la resistencia pacífica en el mundo. La paz escolar es fundamental para la convivencia y para que los niños y niñas de ahora se conviertan en adultos que eviten conflictos.
Según el Estudio Percepción sobre el bullying, elaborado por la organización Educar, en la sociedad española 1 de cada 4 chicos sufre acoso escolar. En la mayor parte de los casos se trata de burlas e insultos, pero en un 28% de los casos hay agresiones. ¿Cómo se pueden evitar estos casos y otros de violencia en la escuela y fomentar la paz escolar? Lo vemos en los siguientes apartados.
El sistema educativo surge con el objetivo de formar a las personas y de enseñarles a socializar. La socialización deberá realizarse en un entorno pacífico, tanto en la relación entre profesorado y alumnado, como en la relación entre el alumnado. El objetivo es formar a personas adultas que, aplicando valores, elijan hablar en lugar de golpear y gritar.
La importancia de la paz escolar deriva de varios elementos:
La cultura de la paz escolar contribuirá a la resolución pacífica de conflictos para evitar cualquier tipo de violencia.
Los niños y las niñas adquirirán habilidades para respetar la diversidad y aprender sobre la igualdad.
Se contribuirá a un buen ambiente escolar que favorecerá el aprendizaje.
Se formarán futuros adultos que actuarán en base a valores como el respeto y la tolerancia.
Según el estudio de Bullying Sin Fronteras realizado entre enero de 2021 y febrero de 2022, los casos de bullying en todo el mundo siguen aumentando y 6 de cada 10 niños y niñas sufren algún tipo de acoso o ciberacoso. Estos casos se suelen dar en el entorno escolar, por lo que enseñar valores a niños y niñas es esencial para evitarlos.
Los valores que pueden ayudar a nuestros hijos a hijas a contribuir a la paz escolar son los siguientes:
Respeto. Los niños y las niñas deben aprender a respetar a sus padres y familiares, a sus amigos, a la naturaleza, a los animales, a las personas que no conocen y a las ideas que son diferentes a las suyas, entre otras muchas cosas.
Empatía. Para la paz escolar también es importante enseñar empatía a niños y niñas de forma que aprendan a ponerse en el lugar de otras personas para entenderlas y ayudarlas.
Tolerancia. El valor de la tolerancia supone reconocer que existen personas que tienen una cultura, una religión o unas costumbres diferentes. Se puede aprender mucho de la diversidad y es importante que los niños y las niñas no tengan prejuicios hacia personas que hablan, piensan, se comportan o se visten de distinta forma.
Igualdad. Tanto en la escuela como en casa es esencial que los niños y las niñas perciban que todas las personas son iguales y tienen los mismos derechos. Para enseñar este valor es básico luchar contra estereotipos en la escuela y fomentar el respeto. Tanto los padres como los profesores deben dar ejemplos para que los niños y las niñas descubran y apliquen este valor.
Humildad. Cada niño y niña debe reconocer sus fortalezas y debilidades y aceptarse a sí mismo con humildad y sin juzgarse. También es importante que aprendan a valorar a otras personas y las habilidades que tienen.
Responsabilidad. Todos los actos que realizan los niños y las niñas tienen consecuencias y deben aprender que es importante que conozcan y asuman esas consecuencias. Es esencial que piensen antes de actuar y que conozcan y respeten las normas del colegio y de su propia casa.
Solidaridad. El valor de la solidaridad enseña a los niños y las niñas a trabajar en grupo, a ayudar a quien lo necesita, a compartir lo que tienen con otras personas, a convivir y, en definitiva, a evitar el egoísmo.
Paz. La paz supone la aceptación de las diferencias y la resolución de conflictos mediante formas democráticas. El resto de los valores que hemos visto impulsan la paz y la eliminación de los conflictos.
Honestidad. La honestidad supone ser sincero y decir lo que se piensa con respeto hacia los demás. Se trata de que los niños y las niñas aprendan a decir la verdad y lo que realmente piensan sin hacer daño a otras personas.
Justicia. La justicia se enseña a los niños y las niñas poniendo límites y siendo firmes, pero sin utilizar la ira y la humillación. De esta forma los más pequeños sabrán enfrentarse a los obstáculos que se planteen en la vida sin agredir física o verbalmente a otras personas.
Libertad. La libertad es la capacidad de las personas de actuar en función de su propio criterio y de lo que quieren. Una persona libre puede elegir la opción que le parezca más oportuna sin injerencias ni presiones. Pero, los niños y las niñas deben aprender que la libertad tiene como límite la responsabilidad frente a los actos que realicen.
Amor. El amor es un valor humano que nos define como personas que saben dar, compartir y amar a otros Se trata de sentir amor por nuestra familia, amigos y por nosotros mismos.
La creación y aplicación de una cultura para la paz escolar es un proceso que requiere tiempo y esfuerzo. Todas las personas que intervienen en la educación de los niños y las niñas (padres, docentes etc.) tienen un papel para que la paz en la escuela sea posible.
En Educo impulsamos una educación de calidad, basada en valores, gratuita, universal y pública. Consideramos que la paz en la escuela es un elemento fundamental para evitar conflictos en el futuro y que los más pequeños sepan dialogar y encontrar soluciones pacíficas.
¿Cómo pueden las familias reforzar los valores que promueven la paz escolar en casa?
Las familias son el primer entorno en el que los niños y niñas aprenden a convivir. Por eso, su papel es fundamental para reforzar valores como el respeto, la empatía o la responsabilidad. Para lograrlo, es clave que los adultos actúen como ejemplo: escuchar con atención, resolver los conflictos con diálogo, expresar emociones de forma sana y respetar las diferencias dentro del hogar son formas cotidianas de enseñar.
Además, pueden aprovechar momentos del día a día, como la hora de la comida o antes de dormir, para hablar sobre situaciones escolares y reflexionar juntos sobre cómo actuar con respeto y solidaridad. Leer cuentos sobre valores o participar juntos en actividades solidarias también refuerza el aprendizaje emocional de los más pequeños.
¿Qué papel tienen los docentes como modelos de comportamiento en la enseñanza de valores?
Los docentes no solo enseñan materias académicas, también transmiten valores con su forma de actuar, hablar y relacionarse. Su ejemplo tiene un impacto directo en cómo los estudiantes aprenden a resolver conflictos, respetar normas, aceptar la diversidad y expresar sus emociones.
Cuando un maestro o maestra gestiona el aula con justicia, escucha activamente a su alumnado y fomenta un ambiente respetuoso y seguro, está enseñando muchas veces sin palabras, cómo se construye la paz en la convivencia diaria. Además, pueden utilizar situaciones del día a día escolar para reforzar aprendizajes sobre empatía, tolerancia o responsabilidad.
¿Qué actividades se pueden hacer en el aula para enseñar valores como el respeto o la empatía?
En el aula, hay muchas actividades prácticas y participativas que permiten trabajar valores de forma natural. Algunas ideas efectivas son:
Dinámicas de role-playing, donde los alumnos representen situaciones de conflicto y busquen soluciones pacíficas.
Lectura y análisis de cuentos o historias reales, seguidos de una reflexión grupal sobre cómo se sintieron los personajes y qué habrían hecho ellos.
El rincón de las emociones, donde cada estudiante pueda expresar cómo se siente y los demás aprendan a escuchar y comprender.
Proyectos colaborativos, que fomenten el trabajo en equipo, el respeto por las ideas ajenas y la cooperación para un objetivo común.
Estas actividades ayudan a construir un clima de aula más empático y respetuoso, y favorecen que los valores no se queden solo en palabras, sino que se vivan en el día a día escolar.
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