Durante un año entero, Mohan de diez años, no fue a clase. Y lo peor, nadie de su familia se dio cuenta. Sus padres se separaron y tanto él como su hermana mayor se quedaron con su padre; pero todo se complicó más cuando él volvió a casarse. Mohan no encontraba su sitio. En casa, nadie le preguntaba cómo se sentía. Nadie se preocupaba por si iba o no al colegio.
Su hermana seguía estudiando, pero él, perdido entre silencios y confusión, abandonó la escuela. Tenía miedo. Y sobre todo, no tenía a nadie que le acompañara ni le explicara por qué seguir aprendiendo era importante para su vida.
Pero el año pasado algo empezó a cambiar. En su aldea, Odisha, un pequeño pueblecito de la India, nuestra ONG Educo junto con la ONG local PREM, impulsamos la creación de un grupo de adolescentes, un espacio seguro donde chicos y chicas de su edad pueden hablar, compartir dudas y aprender juntos. Mohan empezó a asistir.
“Escuchaba cómo otros habían conseguido seguir estudiando gracias al grupo. Me di cuenta de que me estaba perdiendo algo grande.”
En esos encuentros, se habla de los derechos de la infancia, del impacto negativo del trabajo infantil y de los matrimonios prematuros. También se habla de sueños. Y Mohan empezó a recuperar los suyos.
El equipo de Educo-PREM visitó la casa de Mohan y habló con su padre, intentando convencerlo de que volver a la escuela podía cambiar el futuro de su hijo. Pero no hubo forma. Su padre no mostró interés, y no dio ningún paso. Hasta que su tío materno —que vivía en otra casa— supo lo que pasaba. Y decidió actuar:
“No podía quedarme de brazos cruzados viendo a mi sobrino así. Cuando me dijo que quería volver a la escuela, supe que tenía que ayudarle.”
Ahora Mohan está en quinto curso, va cada día a la escuela y ha hecho nuevos amigos. Nos dice con una sonrisa que le brillan los ojos: “Antes nadie me pedía que volviera. Pero Educo y mi tío sí me escucharon. Ahora sí siento que puedo aprender y estar bien”.
Hace ya más de cinco años que desde nuestra ONG Educo trabajamos en India para que cada niño y cada niña, como Mohan, tengan acceso a una educación de calidad en su sentido más amplio: hacer que los espacios de aprendizaje o escuelas sean más inclusivos y de mayor calidad, garantizar que los niños y sus familias acceden a las becas y subvenciones estatales de bienestar social y que la voz de los niños y niñas se tenga en cuenta por los adultos.
Y es a través de grupos de adolescentes y actividades comunitarias como ayudamos a garantizar su derecho a una educación segura, inclusiva y de calidad. Si quieres, puedes súmarte a nuestra ONG y ayudarnos a transformar vidas a través de la educación.
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