En nuestra ONG Educo creemos que para proteger la infancia y garantizar un futuro digno es clave comprender qué significa ser una familia vulnerable hoy. Por eso, en este post, queremos explicarte con claridad los desafíos que enfrentan muchas familias en España, cómo afecta esto al desarrollo de los niños y niñas y qué podemos hacer entre todos para mejorar esta situación.
Ser una familia vulnerable no es solo tener pocos recursos económicos: implica vivir con inseguridad constante, no poder cubrir necesidades básicas como la alimentación, la vivienda o la educación. En uno de nuestros últimos informes ya alertábamos que 1,2 millones de familias con hijos menores de 18 años tienen dificultades para llegar a fin de mes.
Además, los niños y niñas constituyen el colectivo más vulnerable y según la Encuesta de Condiciones de Vida del INE aproximadamente un 34,7 % de la infancia está en riesgo de pobreza o exclusión social.
Muchos hogares vulnerables viven con ansiedad día tras día. Para algunos niños, el comedor escolar es el único lugar donde comen bien. Gracias a nuestras Becas Comedor Educo, miles de niños y niñas reciben al menos una comida completa durante el curso escolar.
Pero no todas las personas que necesitan esa ayuda la reciben: nuestro propio informe denuncia que casi 1,3 millones de niños vulnerables se quedan sin beca comedor, a pesar de que la necesitan.
Además, cuando termina el curso, la vulnerabilidad se agrava. En verano, muchos niños pierden ese acceso tan esencial a la nutrición: no todas las familias pueden costear campamentos o colonias, y las becas públicas no cubren todo el periodo vacacional.
La pobreza infantil y familiar es el resultado de factores profundos. El desempleo prolongado deja a muchas familias sin un ingreso estable. Las desigualdades de género también juegan un papel: en España las familias monomarentales –muchas lideradas por mujeres– enfrentan un riesgo de pobreza mucho mayor.
La migración también puede agravar la vulnerabilidad: acceder a empleo, vivienda y servicios es más difícil para familias migrantes, especialmente si carecen de redes de apoyo.
Las crisis sociales y económicas (como el aumento de precios o emergencias climáticas) golpean más fuerte a las familias vulnerables. La vivienda se vuelve un problema cuando el alquiler es alto o cuando hay hacinamiento.
Y, por si fuera poco, el acceso a la educación no siempre es suficiente: sin recursos para libros, transporte, actividades extraescolares o comedores, muchas familias no pueden asegurar un entorno educativo estable para sus hijos.
La inestabilidad o vulnerabilidad familiar no solo afecta a un aspecto de la vida, sino que tiene consecuencias profundas en la vida y el desarrollo de niños y niñas:
Impactos en la salud mental, la educación y la autoestima: no tener acceso regular a una alimentación adecuada o a un espacio seguro para estudiar mina su bienestar emocional y puede generar ansiedad, estrés o inseguridad en niños y adolescentes.
Bajo rendimiento escolar, motivación autoestima, que se va deteriorando más y más con el paso de los años.
Para nuestra ONG Educo, la escuela no solo es un lugar de aprendizaje, también es un refugio. Y el comedor escolar no es solo un lugar donde se llena el estómago, es también un lugar donde los niños se sienten cuidados y donde adquieren hábitos sociales y educación emocional.
Las instituciones han aumentado la financiación para becas comedor, pero aún hay brechas importantes y sigue siendo insuficiente. Por eso, seguimos con nuestra reivindicación de que las ayudas sean un derecho garantizado, con becas que cubran el 100 % del gasto y procesos administrativos simples, además de acompañamiento a las familias en su renovación.
Reclamamos también un comedor escolar universal y gratuito, pues entendemos que es parte fundamental del derecho a la educación.

Las ONG como Educo complementamos la labor pública. Intervenimos directamente donde hay más necesidad, acompañamos a las familias, exigimos cambios estructurales y sensibilizamos a la sociedad sobre lo urgente que es proteger a la infancia vulnerable.
También desarrollamos programas tan concretos como las Becas Comedor, que garantizan una comida equilibrada al día a los niños y niñas que más lo necesitan también los meses de verano. Además, ofrecemos apoyo psicosocial a las familias, reforzando la resiliencia y ofreciendo recursos para afrontar situaciones difíciles.
Tu ayuda es vital y puede marcar la diferencia. Puedes colaborar con nuestra ONG Educo a través de donaciones puntuales o colaborar con nuestras Becas Comedor. También puedes convertirte en padrino o madrina o apoyar nuestras campañas para la universalización del comedor escolar. Cada acción cuenta.
La realidad de las familias vulnerables es compleja, pero no es inevitable. Si nos unimos —instituciones, ONGs y ciudadanía— podemos cambiar las reglas del juego. Tu aportación puede transformar el día a día de un niño o niña. Y eso cambia el futuro.
¿Cuántas familias en vulnerabilidad hay en España?
Alrededor del 26–27 % de la población está en riesgo de pobreza o exclusión según el INE. Esto supone varios millones de hogares con dificultades económicas, energéticas o de vivienda.
¿Qué ayudas tienen a su alcance?
Hay varias: Ingreso Mínimo Vital, ayudas de servicios sociales (alquiler, suministros, alimentación), bono social energético e iniciativas autonómicas y municipales. También apoyo escolar, conciliación y programas de protección infantil.
¿Cómo puedo colaborar?
Donando o haciéndote socio de ONG como nuestra ONG Educo que trabajan con infancia y familias vulnerables, o mediante voluntariado local. También apoyando campañas de sensibilización y proyectos comunitarios de ayuda directa.
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