Representan un tercio de la población. También son los más vulnerables y valiosos. Sin embargo, son los menos representados. Sus necesidades y sus habilidades raramente se tienen en cuenta a la hora de tomar decisiones. ¿Por qué? Simplemente porque son niños y niñas.
Educo y el Centro para el Desarrollo de la Comunidad de Bicol (BCCD, según sus siglas en inglés) comprometidos con los mismos objetivos a favor de las mujeres, los niños y los jóvenes de Filipinas, nos hemos unido en un nuevo proyecto para acompañar a los gobiernos y otros organismos locales de Manito y Legazpi, en la provincia de Albay, a incluir los derechos de la infancia en su forma de funcionar y en sus procesos de toma de decisiones.
Hasta 100 líderes comunitarios, funcionarios de
barangay –comunidades rurales– y representantes de la sociedad civil de Legazpi y Manito se reunieron para lanzar este proyecto, que cuenta con la financiación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), y en el que participarán directamente más de 6.000 hombres, mujeres, niños y niñas.
Donsol allanó el camino
“Merecemos ser escuchados porque importamos”, afirma de forma contundente Zcyrel, de 16 años. Ella compartió con los asistentes al acto de presentación el trabajo que ya llevan a cabo los líderes infantiles con la alcaldesa Jo Alcantara Cruz y el consistorio de su municipio, Donsol, ejemplo a favor de la protección de los niños y las niñas.
Según la alcaldesa, para tener éxito “todos debemos poner nuestro corazón en ello. Es difícil conseguir que los niños se involucren en la gobernanza del municipio, pero, finalmente, cuando se consigue, el trabajo se vuelve más feliz, más fácil y más rápido”. Durante la presentación del proyecto, la alcaldesa de Donsol explicó las propuestas de los niños sobre temas relacionados con el medio ambiente, el embarazo adolescente y los derechos de la infancia, entre otros. Los programas del municipio ahora son más inclusivos para los niños y los jóvenes.
Zcyrel, como líder infantil, entiende que con frecuencia los adultos ven a los niños y a las niñas rebeldes, desorganizados y egoístas. Sin embargo, durante la ceremonia de presentación, mostró fotografías de la organización de que son capaces, las campañas de sensibilización que han llevado a cabo y otras actividades que los niños han protagonizado en Donsol. Así, ella demostró que los niños también pueden aportar honestidad, idealismo y pasión.
Si bien requiere un esfuerzo por parte de los gobiernos locales, Zcyrel reitera el valor de invertir en los niños: “Los futuros líderes seremos sí o sí los niños y las niñas de hoy”.
Legazpi y Manito, el desafío
“Estamos inspirados. Queremos seguir los pasos de Donsol”, dijo el vicealcalde de Manito, “debemos trabajar juntos”. “Sentimos envidia de Donsol”, confesó la concejala representante de Legazpi, que animó a todas las partes interesadas de la ciudad a poner de su parte hacia una gobernanza local que sea amigable con los niños. "Les aseguro que Legazpi apoya este proyecto al cien por cien”, afirmó.
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